Dame Cosas Buenas

jueves, 30 de octubre de 2014

Somos protagonistas: ¡Aceptémoslo!



"En la vida hay que ser actor y protagonista, no espectador"
Carola Graziosi (entre otras cosas, mi mamá).

No existe nada completo ni definitivo por sí mismo en esta vida: somos nosotros, cada uno de nosotros, los que estamos convocados a completarla. No hay pareja perfecta, ni empleo perfecto, ni grupo de trabajo perfecto. No hay proyecto personal, artístico, ni vacaciones, ni familia perfectos.

Esta idea puede parecer obvia e incluso poco tranquilizadora (en tanto nos vuelve corresponsables junto con los otros de lo que pueda suceder) pero describe muy bien, en otros términos, aquello del "o sos parte del problema o sos parte de la solución".

De esta manera, la situación (entendida en sentido amplio) nos implica. Si empezamos a pensar de esta forma, habremos dado el primer paso en el camino hacia la verdadera libertad y hacia la famosa -y por momentos tan vapuleada- autorrealizacion.

Históricamente, dentro de la filosofía esta cuestión del debate entre el determinismo (estamos determinados por la situación) y la libertad absoluta (el entorno, la situación no nos determina) es de larguísima data. No viene al caso resumir aquí el extenso debate filosófico al respecto, sino sólo tener en cuenta que desde los antiguos griegos a los neomarxistas y los liberales posmodernos, gran cantidad de pensadores han tratado de descular el tema, no sin llevar agua para sus respectivos molinos políticos. [En este punto recomiendo especialmente las lecturas de Maurice Merleau-Ponty y Cornelius Castoriadis].

Retomo y resumo: No existe nada completo ni definitivo por sí mismo en esta vida: somos nosotros, cada uno de nosotros, los que somos convocados a completarla, a llenarla. No hay pareja perfecta, ni empleo perfecto, ni grupo de trabajo perfecto. No hay proyecto personal, artístico, ni vacaciones, ni familia perfectos. Sólo son perfectos-para-nosotros, en la medida en que somos capaces de ser protagonistas de las diferentes situaciones que nos toca vivir, con los diferentes "gorritos" que nos toca usar en la vida.

Finalmente, como no se cansaba de repetir mi mamá cuando me veía pasar demasiado tiempo frente a la computadora: "¡Lucas! ¡Andá a jugar afuera, aprovechá el lindo lugar en el que vivís; largá la compu! ¡En la vida hay que ser actor y protagonista y no espectador!".

---

Nota 1: Sí, teníamos computadora cuando era chico. Como le digo a mis hijos: "cuando tu papá era chico ya existían las computadoras".
Nota 2: Sí, teníamos TV, que en Bariloche tenía horario cortado, con lo cual la programación era bastante codiciada.

  


Archivo del blog