Dame Cosas Buenas

lunes, 30 de marzo de 2015

Humildad y sencillez

Son poco más de las seis de la mañana. Luego de una práctica de respiración y meditación no del todo profunda, quizá porque mi humor estos días pendula constantemente y el nubarrón cargado de esperanza pasa de largo una y otra vez sobre el suelo reseco del pecho, me pongo de pie y por la ventana observo que una diminuta estrella fugaz raya diligentemente el cielo austral.

Súbitamente reflexiono, casi con tono imperioso, marcial: -"Y si comparto mi deseo, ¿se cumplirá?"

Recuerdo entonces que ayer nomás una persona destacaba la humildad y la sencillez como dos características que veía en mí, comentario motivado en parte supongo por el afán de correspondencia frente a algún otro comentario positivo recibido de mi parte.

En este punto evoco el viejo adagio griego: "Conviértete en lo que eres" y, al mismo tiempo, deseo fervientemente y me comprometo a peseguir cada día con más fuerza la humildad y la sencillez que caracteriza a los verdaderos grandes.

Después de todo, si lo pensamos bien, somos apenas diminutas estrellas fugaces rayando cielos de insomnio que sólo los locos y los acampantes son capaces de aprovechar.



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