Madre, mujer, amante
Dueña de un destino errante
Señora de la voz cantante
Déjame que hoy te cante
Amiga del hogar y de la tardes
Y también de la pasión que arde
Hoy vengo a decirlo sin alardes
Tengo amor para que guardes
Entretanto los hijos han crecido
Inapelable signo del tiempo vivido
Y si bien parece que no soy reconocido
De nuevo regreso a tu fuente inagotable
Para llenarme en cantidad apreciable
De tu amorosa inspiración interminable
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